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Los rastreadores militares de covid analizan mil casos al día en Madrid

Madrid, 30 oct (EFE).- Los 150 rastreadores militares que trabajan en la Comunidad de Madrid analizan cada día cerca de mil casos para conocer los contactos de las personas contagiadas por el coronavirus y han llegado a salvar vidas alertando sobre problemas de salud de algunos ancianos y de algún ciudadano con tendencias suicidas.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha conocido este viernes el trabajo de la Unidad de Verificación Epidemiológica, instalada en el Acuartelamiento de Artillería de Fuencarral, desde donde realiza su labor una parte de los efectivos militares, los relativos al Ejército de Tierra.

El pasado 11 de septiembre los miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) cedieron el testigo de estas labores al personal del Ejército de Tierra, del Aire y de la Armada.

De nueve de la mañana a nueve de la noche siempre hay 50 efectivos en activo que analizan cada día unos mil casos, 30.000 en un mes, a petición de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

Diariamente, cada uno de estos militares rastrea 10 casos de media aunque hay jornadas en las que tienen que abordar hasta 20 análisis debido a la acumulación de trabajo.

«Buenos días. Soy el cabo Díaz del Ejercito de Tierra. Le llamo en relación a su prueba de PCR. ¿Cómo se encuentra?», es el modelo de conversación que cada día realizan estos efectivos.

Este trabajo «gratificante» no siempre ha sido así ya que algunos de estos efectivos confiesan que al principio la gente estaba «asustada» cuando le llamaba un militar, según asegura a Efe uno de estos rastreadores.

Actualmente, 1.724 militares están realizando labores de rastreo de la covid en las 15 comunidades autónomas que lo han solicitado (todas menos Cataluña y País Vasco), y el Ejército dispone de 5.686 uniformados que ya han recibido un curso para hacer esta tarea.

Para realizar su trabajo es fundamental la «cercanía» para que los ciudadanos sientan «confianza y la empatía», según relata a los periodistas el comandante Fernando García-Repáraz, jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica.

En ocasiones su labor es avisar de situaciones de riesgo y salvar vidas como cuando el pasado día 17 uno de estos efectivos contactó con una persona que mostraba tendencias suicidas y, gracias a la colaboración de la Policía Nacional, pudieron salvarle la vida.

Otro caso similar se produjo en otro domicilio del distrito de Ciudad Lineal cuando un rastreador notó que estaba en contacto con una persona que tenía insuficiencia respiratoria. Tras la llamada, el militar avisó al 112 y este hombre tuvo que ser trasladado a un hospital.

Incluso en algunas circunstancias, «muy pocas», son ellos los que comunican el caso positivo a la persona debido a la inmediatez con la que afrontan cada caso.

En este sentido, uno de los rastreadores recuerda el caso de una mujer que recibió la noticia llorando ya que su marido tenía cáncer en estado muy avanzado y no sabía quién le iba a cuidar.

El comandante explica que el 90 % de las personas es «muy colaborativa» pero siempre se encuentran con algunas que no cogen el teléfono.

Estas llamadas se pueden prolongar entre 5 y 20 minutos y buscan conocer los contactos de los positivos con otras personas sin mascarilla y a una distancia menor de dos metros.

Todos los resultados los apuntan, también las sensaciones de si una persona guarda cuarentena o no, y los trasladan a la Consejería de Sanidad. «Es fundamental conocer si se ha desplazado en transporte público, en qué línea… recabar el mayor número de datos posibles», enfatiza el comandante.

Tras la visita, Robles ha agradecido el trabajo de estos efectivos y ha expresado su reconocimiento y orgullo por la labor que están prestando salvando vidas en toda España. EFE

bmp/cng/ros

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