Santander, 22 sep (EFE).-
La Policía Nacional ha confirmado este martes que los restos humanos hallados en Santander son los de la joven guatemalteca Nancy Paola Reyes García, residente en Ciudad Real, cuya desaparición fue denunciada por sus familiares en agosto y de la que es sospechoso su pareja, que ha sido detenido.
En un comunicado, la Policía Nacional informa este martes que ha identificado esos restos humanos, localizados en bolsas de plástico, el pasado 17 de septiembre, en la zona conocida como la Peña del Cuervo, situada sobre las vías del tren de Santander.
La Policía explica que debido al «avanzado estado de descomposición» de los restos, el proceso de identificación, llevado a cabo en la Comisaría General de Policía Científica de la Policía Nacional, ha consistido en el cotejo de las muestras de ADN obtenidas por el forense durante la autopsia con muestras de ADN obtenidas de sus hermanos en el momento en que interpusieron la denuncia.
El hallazgo del cuerpo de esta joven, de 28 años, se produjo tras una investigación iniciada por la Policía Nacional después de que sus hermanos denunciaran en la Comisaría de Ciudad Real su desaparición.
Según la Policía Nacional, los familiares apuntaban ya como sospechoso al novio de Nancy, un joven colombiano de 28 años, con el que se desplazó desde Ciudad Real, donde ambos residían, a Santander a finales de agosto para pasar unos días.
De hecho, la inspección ocular en el domicilio donde había convivido la pareja en Santander permitió hallar diversos vestigios «que indicaban la posibilidad de que se hubiese podido cometer un delito violento en el mismo».
Aunque la Policía no descartó ninguna posibilidad a priori, «a medida que la investigación avanzaba fue cobrando más fuerza la hipótesis de que la joven no hubiera desaparecido voluntariamente, sino que pudiera haber sido víctima de su pareja, por lo que los agentes trabajaron para recopilar indicios y pruebas suficientes para comprobar lo sucedido y tratar de reconstruir el iter criminis seguido por el presunto autor de los hechos».
Y eso llevó, el 27 de agosto, a la detención de este hombre, cuando fue a interponer una denuncia, en la Comisión de Distrito Centro de Madrid, por la desaparición de Nancy.
Una vez puesto a disposición judicial, el joven fue enviado a prisión donde continúa en la actualidad debido a que los indicios y pruebas recabadas por los investigadores de la Jefatura Superior de Policía de Cantabria llegaron a la conclusión de que la joven ha podido ser víctima de la violencia de su pareja.
Estos investigadores reconstruyeron los hechos y establecieron un dispositivo en varios puntos de Santander (Barrio Pesquero y Peña del Cuervo) para tratar de localizar a la víctima con el apoyo de un equipo del GEO (Grupo Especial de Operaciones), desplazado a la capital cántabra el 16 de septiembre.
Tras rastrear el Barrio Pesquero, «ya que una de las hipótesis con las que trabajaban los investigadores era la posibilidad de que el cuerpo de la víctima hubiese sido arrojado al mar», el equipo de los GEO localizó los restos, metidos en varias bolsas de plástico escondidas en una zona de maleza, matorrales, desniveles y, en algún caso de «muy difícil acceso», en la Peña del Cuervo.
La investigación continúa abierta para lograr el total esclarecimiento de los hechos.
La Policía explica que la coordinación ha sido «clave» en esta investigación, que ha requerido de una intensa actividad entre agentes y unidades de varias provincias. EFE
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