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Presuntos yihadistas asesinan a un pastor tunecino en la zona de Kasserine

Túnez, 20 dic (EFE).- Un grupo de hombres armados, al parecer de ideología yihadista, degollaron a un pastor en la región tunecina de Kasserine, limítrofe con Argelia, informaron hoy fuentes de Seguridad.

Según las mismas, el pastor, un joven identificado como Okba Dhouibi, había sido capturado días antes por los supuestos yihadistas en cerca de las montañas de Saloum, un área de exclusión militar en la que desde 2011 operan diversos grupos de ideología radical islámica a ambos lados de la frontera.

Este es el segundo asesinato de estas características desde que en junio de 2017 miembros del grupo radical Okba ibn Nefa, vinculado a la organización Estado Islámico, secuestraran y decapitaran el mismo área a otro joven pastor, al que se identificó como Jalifa Soultani.

El primer ministro tunecino, Hichem Mechichi transmitió el pésame a la familia, advirtió a los culpables que el crimen no quedará impune y subrayó que los operativos que lleva a cabo el Ejército en el área montañosa de Kasserine y el monte Chambi seguirán su curso con mayor intensidad.

ARRESTO DE UN YIHADISTA

El asesinato se produjo escasas horas después de que unidades especiales de la lucha antiterrorista en Túnez arrestaron a un presunto yihadista que al parecer se aprestaba a preparar una bomba para atentar en el país en el nombre del Estado Islámico

El arresto coincidió este viernes con una importante manifestación convocada por el principal sindicato local, la UGTT, a la que acudió la mayor parte de la sociedad civil, para denunciar la situación de conflicto político que atraviesa Túnez, único país que ha logrado una transición política exitosa de todos los que hace una década se vieron sacudidos por las llamadas «primaveras árabes».

ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN

Y con otra que el jueves recordó la figura de Mohamad Bouaziz, el joven vendedor ambulante de fruta de 26 años humillado por la policía que diez años atrás se quemó a lo bonzo frente al ayuntamiento de la localidad meridional tunecina de Sidi Bouzid y que con su acto de protesta desesperado encendió la chispa que desató las «primaveras árabes».

La crisis económica ha hecho que diez años más tarde la migración, ya sea regular o irregular, sea uno de los objetivos principales de los jóvenes tunecinos, que esté año han recurrido ampliamente a los viajes irregulares a través de la ruta del Mediterráneo Central, la más mortífera del mundo.

Según el observatorio internacional «The Soufian Group», Túnez es, además, el cuarto país del mundo en número de ciudadanos que se han sumado al Estado Islámico, solo por detrás de Rusia, Arabia Saudí y Jordania.

Desde el triunfo de la revolución que en 2011 derrocó la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Ali, grupos armados de tendencia radical islámica actúan en la región de Kasserine y el monte Chambi, una zona agreste que limita con Argelia. EFE

jm/jsg

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