Los que definitivamente ganaron con el Brexit, fueron los ciudadanos de Gibraltar, ya que el acuerdo no toca el complejo asunto de la soberanía que España disputa desde hace tiempo, y además, ahora son considerados dentro de Schengen, el espacio de libre circulación que integran 26 países.
2021 el año definitivo del Brexit
La salida del Reino Unido de la Comunidad Europea, ampliamente conocido como Brexit, generó mucha incertidumbre, y al día de hoy continúa haciéndolo.
Este proceso se inició tras el referéndum que celebraron el 23 de junio de 2016 y la posterior notificación dirigida al Consejo Europeo, el 29 de marzo de 2017.
A pesar que inicialmente la fecha estipulada era febrero de 2020, el plazo definitivo para la salida se cumplió el 1 de enero de 2021, lo que obligó a intensas gestiones para llegar a un acuerdo comercial y de cooperación entre el Reino Unido y la Unión Europea, a fin de mitigar en ambos bloques el impacto económico que ineludiblemente se iba a producir en el corto plazo, e intentar preservar algunas características que ofrecía el mercado único, relacionados con el movimiento de personas, de servicios, de capital y de bienes.
Principales aspectos del acuerdo
Se logró que la relación comercial de bienes siguiera operando sin aranceles ni cuotas en los productos intercambiados, logrando evitar el retroceso que hubiera significado implementar las reglas de la Organización Mundial de Comercio, con imposición de aranceles y límites.
No ocurrió lo mismo con respecto a los servicios, que vieron incrementados los impedimentos para el desarrollo de la plena actividad comercial. Sin embargo, el acuerdo facilita algunos aspectos, como viajes de negocios que sean de corta duración, y el traslado de empleados con elevadas calificaciones.
Si bien, UK y la UE mantenían normas y marcos regulatorios legales idénticos hasta el Brexit, es de toda lógica que con el tiempo irán distanciándose, surgiendo modificaciones que se acomoden a las necesidades de cada bloque. Por esto, fue necesario determinar un mecanismo que permitiera resolver controversias, ya que el Tribunal de Justicia Europeo no tendría injerencia en las disputas que puedan producirse. Lo que no pueda resolverse, será remitido a un tribunal independiente.
Respecto al Mercado Financiero, el Reino Unido perdió las facilidades que entrega la Comunidad Europea a los bancos para abrir sucursales y mantener clientes en toda Europa. Lo mismo ocurrió a la inversa, por lo que actualmente se encuentra en estudio otorgar algunas facilidades a la banca de ambos bloques, previa aprobación de algunas regulaciones.
Fin a la libre circulación de personas
Se vuelven a establecer los controles fronterizos y las normas regulatorias, por lo que se termina la libre circulación de personas, lo que afecta especialmente a España, debido a que, hasta antes del Brexit, se calcula que había sobre 250 mil residentes españoles en el Reino Unido, sin contar aquellos que estudiaban o trabajaban en forma esporádica, pero con cierta continuidad, debido a las facilidades que otorgaba la libre movilidad.
Actualmente los requisitos para ir a trabajar al Reino Unido son bastante poco flexibles. Se exige hablar inglés y contar con una oferta laboral que les asegure un ingreso mínimo mensual de entre dos mil y dos mil quinientos euros.
Para facilitar esto, se ha puesto en marcha un sistema migratorio general, basado en puntos, denominado; PBS. Los puntos serán otorgados en función de las habilidades del solicitante, los idiomas con certificación que posea, el salario bruto anual y la existencia de ofertas de trabajo formales.
Además, el Reino Unido ya no participará en programas de estudios de la Unión Europea, como el ya conocido Erasmus, que es el acrónimo de “European Region Action Scheme for the Mobility of University Students” (Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios), mediante el cual se apoya y facilita la movilidad académica de los estudiantes y profesores universitarios dentro de los Estados miembros.
Luego, en caso de querer estudiar en el Reino Unido, se debe obtener con antelación el permiso de residencia, los costes de las carreras serán superiores a lo que pagan los ciudadanos británicos, no tendrán acceso a créditos y difícilmente tendrán la posibilidad de trabajar durante el periodo de estudios.
Respecto al turismo, se requerirán visados para estadías prolongadas superiores a 6 o 12 meses, y se aplicarán las normas de inmigración a quienes se trasladen entre ambos bloques.
El controversial caso de la Pesca
Dentro del acuerdo, el punto que ha significado más controversias es el relacionado a la pesca. Se fijó un periodo de transición de un poco más de 5 años, en que la Unión Europea se comprometió a reducir gradualmente sus cuotas de pesca en aguas del Reino Unido, lo que ha provocado un clima de tensión y reclamos por parte de Irlanda, pues su flota pesquera está obligada a una reducción del 15% de su volumen de capturas hasta el año 2026, lo que, según el gobierno irlandés, equivaldría a una pérdida de 43 millones de euros.
Esta situación ha escalado al punto de ser arrestado por la Marina irlandesa, el Punta Candieira, un barco español gallego, en una situación ocurrida el pasado 31 de mayo, y que está siendo juzgada por el Tribunal Penal de Cork.
Francia también ha reclamado las decisiones del Reino Unido y de Jersey, pues no le han concedido el total de licencias de pesca suplementarias que ha solicitado, por lo que estudia posibles medidas represivas.
Gabriel Attal, el vocero del Gobierno calificó como “decisiones inaceptables e inadmisibles que están contraviniendo al acuerdo firmado en el marco del Brexit”.
¿Qué ocurre con los residentes y el turismo?
España ha mantenido estrechas relaciones con el país anglosajón, y uno de los fuertes ha sido el turismo. El Brexit y la pandemia han supuesto importantes consecuencias, no sólo para la economía española, ya que el Reino Unido ha sufrido una desaceleración, y el poder adquisitivo de los ciudadanos británicos se ha visto mermado, bajando la demanda turística.
Cada año, (hasta mediados de 2016) España recibía cerca de 16 millones de turistas británicos, siendo uno de los destinos preferidos del mercado inglés.
La baja experimentada, afectó al sector turístico, pero se está observando un incremento paulatino que augura mejores perspectivas.
Para los turistas que van al Reino Unido, se recomienda la contratación de un seguro de viaje con cobertura médica antes de viajar. Sin embargo, se ha acordado que las Tarjetas Sanitarias Europeas (TSE) seguirán siendo válidas hasta su fecha de expiración. En relación al servicio Roaming, es necesario consultar con la operadora, ya que no están obligados a proporcionar itinerancia gratuita en UK, como sí ocurre en la UE.
El acuerdo de salida ha permitido a los españoles residentes en Gran Bretaña, (antes del Brexit) conservar sus derechos de residencia, trabajo y seguridad social. Para garantizar esta situación, les fue necesario registrarse como residentes en el Sistema de Asentamiento, cuyo plazo de vencimiento era hasta el 30 de junio de 2021.
Aquellos españoles que llevaban cinco años residiendo continuamente en Reino Unido recibieron el estatus de “asentado”, mientras que los que llevaban menos años fueron catalogados como “pre-asentados” y podrán solicitar el estatus de asentado tras completar los cinco años.
Esto también es válido para los españoles que estaban cursando estudios antes del Brexit. De este modo, no requieren de una visa de estudios, y sólo será necesario que se hayan registrado.
El caso de Gibraltar
También se llegó a un acuerdo entre el Reino Unido y España, para dar solución a los más de 10.000 ciudadanos españoles que van a trabajar a Gibraltar cada día. De este modo, se permite la libertad de movimiento desde y hacia Gibraltar mientras se siga manteniendo el estado de colonia británica.
Los que definitivamente ganaron con el Brexit, fueron los ciudadanos de Gibraltar, ya que el acuerdo no toca el complejo asunto de la soberanía que España disputa desde hace tiempo, y además ahora son considerados dentro de Schengen, el espacio de libre circulación que integran 26 países (22 de la UE más Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein). Curiosamente, el Reino Unido nunca ha formado parte de él.
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