Kabul, 4 ene (EFE).- Los talibanes buscan trasladar a sus líderes de Pakistán a Afganistán, una estrategia que les ha llevado a aumentar los ataques en el sur de ese último país para ampliar las zonas bajo su control, revelaron hoy los servicios de inteligencia afganos.
Zia Saraj, director de la Dirección Nacional de Seguridad (NDS), la principal agencia de inteligencia afgana, destacó durante una comparecencia parlamentaria que «en los últimos meses, los talibanes aumentaron los ataques y trasladaron el escenario de guerra a las provincias del sur y suroeste» de Afganistán.
«La principal razón de esto», añadió, es tratar de que sus líderes dispongan de «un lugar seguro para trasladarse de Pakistán al interior de Afganistán», donde tratarán de «afianzarse» y mostrar a la población que están asentados en el país.
Los talibanes han llevado a cabo ataques a gran escala contra ciudades como Lashkargah, la capital de la provincia de Helmand, y contra varios distritos de la provincia de Kandahar, pero aunque los insurgentes lograron capturar en un principio algunas zonas, en la mayoría de los casos fueron expulsados en las contraofensivas de las fuerzas de seguridad afganas con apoyo aéreo estadounidense.
Esa presencia de los líderes talibanes en Pakistán es un secreto a voces y, según el Gobierno afgano, cuentan con el respaldo de las autoridades paquistaníes, algo que Islamabad siempre ha negado.
Esta situación es tan visible que incluso los representantes talibanes que participan en las negociaciones de paz en Catar -primero con Estados Unidos hasta la firma del pacto en febrero del año pasado y desde septiembre con el Gobierno afgano-, vuelan a Doha desde ciudades paquistaníes como Islamabad y Karachi, aseguró el director de la NDS.
SEGUNDA RONDA DE NEGOCIACIONES
Las declaraciones de Saraj se producen un día antes del inicio de la segunda ronda de las negociaciones de paz intraafganas en Doha, una fase «clave», dijo, a pesar de que los talibanes no han cumplido lo pactado en el histórico acuerdo con Estados Unidos.
En el acuerdo firmado hace casi un año, en el que Estados Unidos se comprometió a retirar sus tropas de Afganistán en 14 meses, los talibanes pactaron no volver a acoger a agrupaciones terroristas como Al-Qaeda o a no atacar áreas urbanas, entre otros.
Pero las tropas estadounidenses acusaron hoy a los talibanes, como antes había hecho Kabul, de violar ese pacto y de estar detrás de los recientes ataques selectivos en las ciudades contra políticos, periodistas o activistas.
Los talibanes lo han negado y culparon hoy además a las tropas estadounidenses de lanzar ataques contra áreas insurgentes alejadas de las zonas de combate, una situación que puede hacer peligrar, dijeron, las conversaciones de paz en Afganistán. EFE
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